Inicio > Mantener la influencia estadounidense en Oriente Medio: una apuesta que vale la pena hacer
"No nos iremos y dejaremos un vacío que llenarán China, Rusia o Irán". Estas son las recientes palabras del presidente Joe Biden en la cumbre GCC+3 (Consejo de Cooperación del Golfo + Egipto, Jordania e Irak) en julio de 2022 en Jeddah, Arabia Saudí[1]. Su discurso se enmarca en el contexto de los esfuerzos de Estados Unidos por mantener su influencia en Oriente Medio frente a nuevos rivales como los tres países mencionados[2].
En los últimos años, los contactos entre los países árabes del Golfo, Irán, China y Rusia se han multiplicado y consolidado[3]. Asimismo, además del apoyo militar a Siria e Irán, Rusia y China han firmado numerosos contratos de armas con países de la región, como Egipto y los países del CCG[4]. También se puede pensar en las cumbres organizadas entre el CCG y los rivales de Estados Unidos, como la reciente visita del ministro de Asuntos Exteriores ruso Lavrov a Riad en junio de 2022[5]. Por último, están en marcha las negociaciones entre el CCG y China para un acuerdo de libre comercio[6].
A pesar de las tensiones actuales en la región, los funcionarios saudíes se han reunido en repetidas ocasiones con sus homólogos iraníes con el fin de desescalar o incluso restablecer las relaciones diplomáticas rotas desde 2016[7]. Kuwait y Omán han mediado en repetidas ocasiones en las disputas entre Riad y Teherán[8]. Tras el fin del embargo en 2021, Qatar se había ofrecido a mediar entre Teherán y el resto de los países del CCG[9]. Por su parte, los Emiratos se están preparando para enviar un embajador a Teherán[10].
Los intereses energéticos (yacimientos comunes de gas, suministro de hidrocarburos), los intereses económicos (contratos comerciales, acuerdos de libre comercio) y los intereses estratégicos (el estrecho de Ormuz, el golfo de Adén) explican estos acercamientos[11]. Sin embargo, el mantenimiento de la influencia estadounidense se centra principalmente en cuestiones de seguridad. El Declaración conjunta de la Cumbre de Jeddahen " reforzar la cooperación en los ámbitos de la defensa, la seguridad y la inteligencia, así como el apoyo a todos los esfuerzos diplomáticos para reducir las tensiones regionales "[12]nos muestra esto.
Sin embargo, en la misma declaración, los participantes expresaron su "preocupación por que el su compromiso de cooperación conjunta para apoyar los esfuerzos de recuperación económica mundial, abordar el impacto económico de la pandemia y la guerra en Ucrania, garantizar cadenas de suministro resistentes y la seguridad alimentaria y energética, desarrollar fuentes de energía y tecnologías limpias, y ayudar a los países necesitados satisfaciendo sus necesidades humanitarias y de socorro "[13].
Además, los dirigentes participantes expresaron su satisfacción por la creación del Grupo de trabajo 153 y el Grupo de trabajo 59que " reforzar la coordinación en materia de defensa entre los Estados miembros del CCG y el Mando Central de EE.UU. para vigilar mejor las amenazas marítimas y mejorar las defensas navales con la tecnología y los sistemas más modernos "[14]. Los Estados Unidos también acogieron con satisfacción la Grupo de Coordinación Árabe (GAC) para proporcionar un mínimo de 10.000 millones de dólares en respuesta a los desafíos regionales e internacionales en materia de seguridad alimentaria "[15].
Con motivo de la visita de BidenArabia Saudí y Estados Unidos han celebrado 18 acuerdos de cooperación en una gran variedad de campos (espacio, finanzas, energía, sanidad), así como para conectar las redes eléctricas de los países del Golfo con la de Irak, muy dependiente de la energía importada de Irán, rival tanto de los estadounidenses como de los saudíes[16]. Los 18 acuerdos formaban parte del plan Saudi Vision 2030, y trece de ellos se firmaron con el Ministerio de Inversiones, el Comisión Real para Jubail y Yanbuasí como otras empresas del sector privado[17]. Arabia Saudí ha firmado acuerdos con varias empresas estadounidenses como Boeing Aerospace, Raytheon Defense Industries, Medtronic, Digital Diagnostics, IKVIA e IBM[18]. La Autoridad Espacial Saudí había firmado el Acuerdos Artemis con la NASA para la exploración conjunta de la Luna y Marte[19]. Los acuerdos también abarcan la cooperación bilateral en materia de tecnologías 5G y 6G[20]y apoyó proyectos saudíes destinados a convertir el Reino en un centro de innovación y tecnología para Oriente Medio y el Norte de África[21]. Por último, los acuerdos consistían en asociaciones de energía nuclear civil y uranio[22].
Frente a la creciente influencia rusa, china e iraní en Oriente Medio, el mantenimiento de la influencia estadounidense puede sostenerse en el ámbito energético, así como en el de la defensa.[23]
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